jueves, 6 de octubre de 2016

Las frías montañas del Valle de Arán


El Forau d’Aigualluts, una sorpresa de la naturaleza

Tormenta en el Forau d'Aigualluts



Las montañas del Valle de Arán, son unas de las montañas más bonitas de los pirineos, caracterizadas por su gran vegetación. Además, en el Valle de Arán son comunes los cambios de temperatura entre la mañana y la tarde. Yo he ido con mi familia este verano y he tenido una de las historias más frías que he pasado en mi vida.
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Un día, en una excursión al Forau d'Aigualluts, subimos por la mañana a lo alto del valle. En dicho valle, con un gran río, paramos para comer y refrescarnos. De repente, se empezó a nublar el cielo y empezo a chispear. Nosotros empezamos a recoger para bajar de la montaña. Entonces empezaron a oirse truenos en la distancia y empezo a llover más fuerte y sin darnos cuenta esa lluvia se convirtió en granizo. Después, fuimos a bajar de la montaña, pero nos fuimos por el otro lado del río, la bajada se encontraba en el lado contrario y no había ningún puente para cruzar, asi que cruzamos mojándonos los pies. Aparte de la tormenta, yo iba en manga corta y pantalón corto, por lo que el granizo me hacia daño en los brazos y estaba congelado. Empezamos a bajar el valle y la tormenta estaba encima de nosotros, con muchísimos rayos y truenos, cada uno más sonoro que el anterior.
Entonces, llegamos a un refugio, que era una casa hecha por los pastores hace mucho tiempo. La casa estaba llena y, además, la tormenta parecía que iba durar mucho más, por lo que optamos por bajar hasta el final.
Más tarde, tras media hora bajando (habíamos tardado dos horas en subir), llegamos a un bar, donde pasaba un autobús cada media hora que llevaba a la gente desde el lugar donde estábamos hasta Llanos del hospital donde teníamos el coche aparcado. Por desgracia, había mucha gente, asi que tubimos que esperar una hora entera para subir al autobús. Después llegamos al coche, donde pusimos la calefacción al máximo, nos quitamos la ropa empapada y nos pusimos otra seca. Sin embargo, tuvimos mucha suerte de no constiparnos y los próximos días pudimos hacer otras rutas, aunque siempre las acabábamos muy pronto.